BBVA ha presentado una nueva identidad de marca que busca «reflejar una imagen más optimista, empática y cercana», en línea con su propósito de «poner al alcance de todos las oportunidades de esta nueva era». Esta renovación incluye una actualización de su logotipo, una nueva tipografía y un diseño más funcional, especialmente pensado para el entorno digital en el que opera la entidad. La estrategia de BBVA se centra en ofrecer una experiencia de cliente homogénea y global, adaptándose a las necesidades locales de cada mercado. Para lograrlo, el banco ha unificado su marca en todos los países donde opera, eliminando las denominaciones locales como Bancomer (México), Francés (Argentina), Compass (EE. UU.) y Continental (Perú), mientras que la franquicia turca Garanti ha adoptado la marca Garanti BBVA.
Un aspecto destacado de esta transformación es la incorporación del lenguaje claro como pilar fundamental en la comunicación con los clientes. BBVA reconoce que la transparencia, la claridad y la responsabilidad son esenciales para generar confianza y fidelización. Desde 2014, la entidad ha trabajado en el proyecto TCR (Transparencia, Claridad y Responsabilidad), que busca integrar estos principios en toda la cadena de valor y en el diseño de la experiencia del cliente.