A partir del 28 de junio de 2025, todos los nuevos cajeros automáticos que se instalen en España deberán utilizar lenguaje claro, además de ser accesibles para personas con discapacidad. Esta obligación forma parte de la Ley 11/2023, de 8 de mayo, de trasposición de Directivas de la Unión Europea en materia de accesibilidad de determinados productos y servicios, migración de personas altamente cualificadas, tributaria y digitalización de actuaciones notariales y registrales.
El objetivo de esta norma es garantizar que todas las personas, independientemente de su edad, nivel de formación o capacidades físicas o cognitivas, puedan comprender fácilmente la información que muestran los cajeros y los servicios bancarios. Esto incluye instrucciones más simples, iconos comprensibles, frases cortas y un lenguaje libre de tecnicismos.
Además del lenguaje claro, los cajeros deberán permitir la interacción mediante varios sentidos: visual, táctil y auditivo. También se exigirá contraste de colores adecuado, botones accesibles, posibilidad de uso con auriculares y lectura en voz alta de opciones.
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 supervisará el cumplimiento de esta ley, que contempla sanciones de hasta un millón de euros en caso de incumplimiento. Esta medida es parte de la Estrategia Europea de Discapacidad y Accesibilidad, pero también un avance hacia una comunicación bancaria más humana y comprensible para todos.